Como todos los años, celebramos el Día Internacional contra el Cambio Climático realizando una excursión guiada al Hayedo del Monte Abantos, el colaboración con el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial.
Nos acompaña un nutrido grupo de excursionistas que, a pesar del frío y del viento, han decidido pasar la mañana del sábado disfrutando de los paisajes de San Lorenzo de El Escorial.
El ambiente es puramente otoñal, con las primeras setas asomando en el suelo y los colores típicos de fresnos, castaños y hayas que «adornan» de otoño el verde permanente de los pinos.
Durante el recorrido por las calles de San Lorenzo, visitamos la casa de Mariano de la Paz Graells, para acto seguido, adentrarnos en la naturaleza subiendo por La Barranquilla y sus pinsapos. Después cruzamos la arista sur del Monte Abantos para adentrarnos en el valle del Romeral, donde vistamos las ruinas de la antigua casa forestal del Gurugú, construida en la época de la reforestación del monte, a finales del siglo XIX.
Tan pronto como llegamos al hayedo, dimos comienzo a una charla con dos científicos a los que invitamos para que nos hablaran de sus investigaciones sobre los efectos del cambio climático en las especies: Javier Pérez Tris, catedrático de zoología y director del Equipo de Investigación de Biología Evolutiva y Conservación, y Carolina Remacha, ambos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid.
Después de la charla pudimos disfrutar de la danza climática que nos ofreció Raquel Santiago, bailarina de acción climática que, además de regalarnos una bellísima performance bajo el «árbol madre» del bosque de Abantos, nos dio una charla muy interesante sobre la ecoansiedad y la salud mental.
«Raíces en Movimiento» es una performance de danza en conmemoración del Día Internacional del Cambio Climático. Un diálogo entre cuerpo y paisaje en una llamada a conectar con la belleza de la vida y transformar el dolor en una fuente de poder para la acción climática. Cada gesto conecta con la impermanencia del bosque, recordándonos la urgencia de regenerar nuestro planeta y al mismo tiempo. Raquel busca con su danza expresar el duelo y la tristeza que nos genera la pérdida de estos espacios naturales por la crisis climática, pero también encontrar en esa misma naturaleza la fuerza, la resiliencia y la esperanza para actuar.
Aunque nos parezca imposible que podamos hacer algo para luchar contra el cambio climático, hay muchas cosas que podemos hacer en nuestro día a día. Todos tenemos en nuestras manos la capacidad de reducir nuestra huella de carbono, con cada gesto, y cada acción suma, ya sea apagar las luces cuando no sea estrictamente necesario, subir escaleras y evitar ascensores, caminar más, usar la bici, dejar el coche y moverse con transporte público…. todo ello, aunque parezca insignificante, no lo es. Y lo que es más importante: Defendamos nuestros árboles y nuestros bosques, son nuestros mejores «soldados» en la lucha contra el cambio climático.